Tras esa manida palabra llamada crisis, hay un movimiento que a veces es poco visible de gente que se está esforzando por encontrar una manera viable de hacer dinero. El otro día paseando por mi barrio en Salamanca, me encontré sorprendido un expendedor de leche fresca, del cuál ya había oído hablar en la televisión, en la que algunos agricultores catalanes (como siempre, en la vanguardia) ahogados con los bajos precios de la leche, había decidido vender directamente al consumidor y ahorrarse toda la cadena de intermediarios.
Me parece una iniciativa estupenda, no sólo porque intenta hacer viable negocios que se están viniendo a pique, sino porque además hace que alimentos mas saludables estén a precios razonables. Llevo tiempo diciendo que la única solución para el campo será añadir la distribución a la ecuación, completando toda la cadena hasta el consumidor. Las multinacionales presionan negociando precios muy bajos con las cooperativas, las cuales están vendiendo casi a precio de coste.
Una cosa que me sorprendió de los EEUU es que allí ya hay mucha gente consciente de comprar productos locales y más saludables, hay mercados de agricultores donde puedes comprar productos ecológicos. Incluso existe una cadena llamada Trader Joes donde se pueden comprar productos ecológicos, incluso más baratos que en algunos supermercados. Como decía un amigo mío, llegará un momento en que tendremos que volver a lo que hacían nuestros abuelos: comprar productos de temporada y de manera local.
Me congratulo y aplaudo iniciativas de este tipo, no sólo porque ponen productos de calidad en la calle y favorecen un tipo de ganadería mas respetuosa con el entorno, sino porque también suponen una utilización de las nuevas tecnologías de manera útil. Dentro de la caseta existe un dispositivo que avisa vía móvil para que sepan que ya no queda leche. Esperemos que la crisis estimule nuevas formas de hacer negocio y que estás funcionen.