Sierra de Andújar y Cardeña

Desde el año pasado mi hermano y yo decidimos aprovechar las vacaciones de Navidad para hacer turismo de naturaleza y recargar las pilas para comenzar el año más relajados. El año pasado le tocó a Villanueva de la Serena en Badajoz, donde disfrutamos de unos paisajes estupendos y estepas y cielos de grullas como este

Este año, después de visitar Doñana en Septiembre y quedar un poco decepcionados tras hacer una excursión en 4×4 y no ver más que ciervos, gamos, corzos y algún jabalí, decidimos que teníamos que visitar Andújar, donde la introducción de lince estaba siendo muy exitosa. La verdad es que no esperábamos ver ningún lince, a pesar de que nos avisaron que en las últimas semanas se estaba viendo fácilmente, la idea era disfrutar de unos bonitos paisajes y con un poco de suerte ver águila imperial y animalitos varios.

La Sierra de Andújar se encuentra al norte de Jaén en Sierra Morena, y es una zona de cotos privados y algunos públicos que se declararon Parque Natural.

Fuimos 5 días y los repartimos entre la Sierra de Andújar y otros dos en la de Cardeña. Siempre nos gusta ir un día o dos a otra zona por ver si merece una visita más larga en el futuro.

Para empezar en la Sierra de Andújar decidimos buscar alojamiento ya cerca de la zona del Santuario como se puede ver en este mapa. Después de mucho buscar contactamos con Ramón de La Caracola y los últimos días decidimos alojarnos en Marmolejo. En ningún viaje hemos tenido tanto contraste entre dos alojamientos como en este. En el caso de La Caracola la satisfacción ha sido máxima, y eso que nos íbamos a alojar en el hotel rural y como tuvieron un contratiempo con unas reservas tuvimos que alojarnos en un apartamento (cobrándonos eso sí, el precio del hotel rural, que era bastante menor). El trato fue estupendo y las charlas con Ramón e Inma después de los desayunos y cenas, nos han demostrado como alguién sabe entender lo que es un negocio de hostelería, donde la satisfacción del cliente es lo más importante por ello y el trato es tan familiar, que te sientes como en casa. Los desayunos y las cenas han sido estupendas, productos riquísimos, de la tierra y estupendamente cocinados. Ojalá hubiera más personas así que entiendan tan bien como llevar un negocio.

Sin embargo en Marmolejo la experiencia fue toda la contraria, no sólo la amabilidad brilló por su ausencia, sino que la calidad de las cenas nos hizo decidir no volver a cenar ninguna de los restantes días de nuestra estancia.

En la Sierra de Andújar  hicimos tres rutas. Teníamos una espesa niebla que nos acompañó todos los días, que creaba imágenes espectaculares como esta

En una de las rutas, pudimos ver una pareja de linces muy fácilmente a pocos metros de nosotros. No voy a colgar ninguna foto de este precioso felino, pero nos quedamos impresionados de lo fácil que podía verse, en gran medida porque en Diciembre están en pleno celo y se dejan ver más fácilmente, en este caso a escasos 5-10 metros, rodeados de unas 30-40 personas que llevaban apostadas horas con sus trípodes, sus cámaras de paparazzi y sus coches. Que decir tiene que nosotros nos acercamos andando, que estuvimos sólo un rato, pero tengo que manifestar nuestra tristeza por constatar que hay personas que con tal de hacer una foto, se olvidan de que está fotografiando fauna muy amenazada en peligro de extinción y que estar horas y horas rodeando a un animal a tan pocos metros seguramente no haga fácil su labor de aparearse. Desde luego que haya como 20 coches aparcados allí cerca, tanta gente haciendo ruido con sus cámaras y abriendo y cerrando las puertas de sus coches o arrancando motores no creo que ayude mucho a uno de los animales más emblemáticos de la fauna ibérica.

Por último comentar que hicimos una ruta andando desde Cardeña a la Venta del Charco donde entre dehesas encontramos un embalse a un kilómetro donde tienen un observatorio de aves de madera y donde después de un poco de paciencia pudimos ver un par de nutrias pescando.