Quien me conoce sabe que me gusta el buen comer y que estoy de buen año. Es curioso porque cuando nací, era muy pequeñito (pesé menos de 3 kg) y cogí un virus E-coli y me pasé parte de mi infancia padeciendo problemas con el estomago y comía más bien poco (y lo poco que comía terminaba vomitandolo).
Gracias a mi madre y su infinita paciencia, aprendí a comer de todo. Tengo la imagen de estar en la cocina jugando con los bloques lógicos y mi madre jugando conmigo y diciendome que no me levantaba a jugar con mi hermano hasta que me acabara la comida.
Eso se me ha quedado grabado a fuego y ahora no puedo ver un plato con comida en el plato, pero aunque de pequeño (y ahora de mayor) fui un chico más bien gordito, tuve una epoca en que llegué a pesar 63 kg y salía todas las semanas a hacer 40 kms con mi bicicleta de carreras. Estaba finisimo y lo mejor, que me sentía con energía. En mi empeño estoy en bajar esos kilogramos de más acumulados durante años y llevo ya 5 kgs perdidos en los últimos 5 meses.
El post de hoy, no es más sobre dietas sino la relación que tenemos como sociedad con la comida. Cuando era pequeño nada se tiraba: ni la ropa (se ponía una codera o rodillera o se le pasaba a tu hermano), ni los juguetes (yo todavía tengo cajas guardadas de lego y scalextric) ni sobre todo la comida. Creo que todas las madres de este país nos recordaban que había gente menos afortunada que tú que no podía comer todos los días y que no estaba bien tirar la comida.
Por eso me asombra ver como ha evolucionado la sociedad y lo fácilmente que hemos copiado el modelo americano de abundancia donde todo se tira.
Ya lo he comentado en otros blogs como el de Angel de viviralmaximo pero una de las cosas que más me sorprendió de mi estancia americana es la cantidad de movimientos que no salen en la televisión pero que intentan contrarrestar esa filosofía de la sobreabundancia americana.
Uno de los movimientos que más me gustó fue freecycle, una red de trueque a nivel comunitario donde la gente ofrece lo que no usa y otra gente la recoge. Se dona sin necesidad de que la otra parte done. Hay gente que pensaría que alguno se podría aprovechar, pero en general es un movimiento que al menos en los EEUU es muy dinámico y funciona muy bien. Yo en Madrid también lo uso y la mayoría de las experiencias han sido positivas.
Otro de los movimientos que más me hicieron reflexionar fue el de los freegans. Una mezcla de free y vegan. La mayoría de sus integrantes organizaban freegan parties donde se recogía comida que tiraban en supermercados y luego la preparaban y la repartían gratuitamente para quien la quisiera. Un movimiento que funcionaba bien en ciudades muy dinámicas como San Francisco o Nueva York.
El otro día vi un reportaje en comando actualidad que ponía cifras y ponía de relieve la cantidad de comida que tiramos los españoles.
Aqui lo tenéis para quien no lo pudo ver
La verdad es que el programa me ha hecho reflexionar y darme cuenta de varias cosas:
– Hay gente que está empezando a ver este problema y está empezando a contrarrestarlo recogiendo comida para gente que no tiene recursos. Me parece loable la iniciativa de Eroski y reconozco que yo he dejado de ir a Mercadona precisamente por la razón contraria, porque se negaron a donar los sobrantes a bancos de alimentos.
– Hay gente que está empezando a ver oportunidades de negocio en la optimización de recursos. Para mi es un tema interesantisimo y todo lo que suene a optimizar siempre me llama la atención: sea optimizar energía, comida, recursos, tecnología, etc. Me gustó ver que habían montado auditorías para restaurantes donde estudiaban lo que tiraban a diario y hacerle ver que tirar comida es perder dinero, mucho dinero a diario (del orden de 30 euros diarios o más).
– Y la última reflexión que me dejo asombradisimo es la cantidad de comida fresca que se tira y no se puede aprovechar por los bancos de alimentos que necesitan comida no perecedera. Llevo semanas dandole vueltas y desde que he conocido que hay iniciativas de empresas sociales que aprovechan los excedentes de catering para venderlos a particulares y empresas que quieren comida en sus oficinas, ando dandole vueltas a que se podría hacer.
Muy interesante, me quedo por aquí esperando a ver qué se te ocurre 😉
Me ha encantado tu post, yo también ví dicho reportaje..,en la 1. Muy bueno, gracias.
Si, a todas las madres se le activa el gen cuando paren de «con todos los niños que pasan hambre» o «lo he hecho con todo mi amor» para hacerte culpable por dejar comida en el plato. A mi me ha costado unos años reeducar a la mía para que dejara de hacer comida para los cascos azules cuando solo estamos dos en casa.
Estoy convencida de que vas a encontrar alguna solución para esa comida perecedera que se tira, ¡con ese coco que tienes! olé!
Chu!!
¡¡Madre de mi vida!! No te puedo hacer sólo «un» comentario. El primero, es que sigo tantos blogs, que ni sabía que era el tuyo, cuando empecé a leer el artículo (¡¿cuánto tiempo hace que no escribías?!). Estás al lado de otros como: http://megustaestarbien.com y http://loquedicelacienciaparadelgazar.blogspot.com.es/ así que pensé que era una noticia de estos… A medida que iba leyendo he caído en que eras tú. La sociedad no «evoluciona» toda igual: yo sigo diciendo a mis hijos que la comida no se tira y le sigo contando lo afortunados que son y que hay otra gente que no lo es. Incluso pensando en llevarles a algún sitio para que lo vean (y no te hablo de viajar a ningún otro país). Rodilleras: sé de qué me hablas. Heredar ropa: también (mis hijos de los hijos de mis amigos, los primos de mis hijos, yo de mi hermana, que le gusta más ir de compras, el pequeño del mayor…). Del scalextric: Javier sabe lo que es reciclar y es una pena que eso esté guardado (hombre si piensas que alguien lo herede vale, pero si no… 😉 ) y el lego ídem: dale uso.
Y ¡gracias por el enlace!
Gracias Ruth por tu gran comentario!
Si, hace tiempo que no escribía, pero como me gusta escribir, creo que voy a retomar el tema del blog. Me ha animado mucho algunos colegas que he conocido a través de un blog muy especial http://viviralmaximo.net
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