Todavía tengo algún amigo dedicado a la naturaleza que se sigue asombrando como un informático puede disfrutar tanto del campo y de la observación de aves o de cualquier animal en los muchos parajes, parques naturales y nacionales que hay en la geografía española.
La verdad es que desde pequeñito me ha encantado pasear por un bosque, por la montaña, pero reconozco que ahora mismo me sirve de desconexión total del mundanal ruido para pasar unos días escuchando los sonidos del campo y evitando casi cualquier contacto con la tecnología. Cada vez que voy al campo vuelvo con energías renovadas.
Tengo la suerte de que mi hermano, que estudio Ciencias Ambientales, y gracias a su formación y a base de leer muchos libros, sabe mucho sobre zoología, bastante sobre aves y últimamente también sobre plantas y árboles, gracias a que hizo una FP Forestal.
Nuestra afición comenzó en la Universidad de León, gracias a dos amigos que sabían mucho sobre zoología en general y ornitología en particular. Por aquel entonces mi hermano reconocía su desconocimiento sobre lo que veía en el campo, a pesar de haber estudiado asignaturas relacionadas. Convencí a estos dos amigos para que empezaramos a hacer excursiones, sobre todo a sitios cercanos a León. Desde Picos de Europa, que lo teníamos a poco más de una hora en coche, como Villafáfila, unas lagunas cercanas a Benavente, donde se podían observar muchísimas aves. También, aunque mucha gente no lo sabe, hay muchos parques y riberas de río donde se pueden ver muchísimas aves si te paras a mirar, y muchas veces pueden verse a simple vista.
Con esas excursiones y gracias a la base que tenía mi hermano, el fue profundizando sus conocimientos. Yo que hacía de chófer en aquella época de estos amigos y de mi hermano, comencé a aficionarme a ver animales. Me parecía una manera divertida de disfrutar del campo, mantener la atención, escuchando los sonidos del bosque, permaneciendo en silencio mientras das un paseo disfrutando del paisaje. Tengo que decir que nosotros no nos paramos mucho, pasando horas observando aves o escondidos en un «hide». Normalmente decidimos hacer alguna ruta (normalmente sencillas) de varios kilómetros (8-12 kms) en algun parque natural o nacional y vamos con unos prismáticos sencillos y parándonos si vamos viendo algo. A veces no ves muchas cosas y otras veces te cruzas con muchísimos animales, es lo divertido del campo. A veces va uno paseando por un sendero y de repente se te cruza un corzo, un zorro, o un ciervo.
Tenemos la enorme fortuna en este país de tener diferentes paisajes y climas, con lo que la variedad de parques nacionales y naturales, además de zonas ZEPA (Zonas de Especial de Protección de Aves), donde existen centros de interpretación y la gente del parque te suelen dar mapas de las diferentes rutas que puedes hacer, que animales se pueden observar, etc. Normalmente esta información suele estar disponible también en Internet.
Uno de los sitios que solemos visitar al menos una vez al año es el Parque Nacional de Monfragüe. Desde Salamanca sólo está a una hora y media y desde Madrid son entre 2 horas y media o 3 horas. Normalmente yo suelo ir desde Salamanca y volvemos en el día, que suele dar de sobra para recorrer los diferentes miradores, pero si se quiere quedar uno a dormir, uno de los sitios mejores que he encontrado por precio son los Apartamentos Monfragüe, en Torrejón el Rubio. Suelo preferir apartamentos a hoteles porque te permite la libertad de poder comer fuera de casa, desayunar cuando te plazca y llegar tarde después de un día de rutas. Lo bueno de este apartamento es que era muy amplio y económico (45 euros la noche).
En general Extremadura es espectacular, pero yo siempre recomiendo este Parque Nacional, por sus paisajes y sobre todo porque es muy fácil llevar a la familia, apenas tienes que caminar para ver las cosas y se pueden observar animales muy díficiles de observar en otros sitios práticamente al lado de la carretera. La gente que he llevado a ver este Parque se queda asombrada lo fácil que es ver casi cualquier animal, desde los famosos buitres a los que cantaba Extremoduro, pero hay una larga lista de animales que se están convirtiendo en unos fijos de este lugar. El Parque es muy extenso y tiene diferentes miradores y puntos donde poder observar, pero te voy a recomendar cuatro sitios.
Una cosa que hay que tener en cuenta cuando uno va observar aves, es que por regla general en las horas centrales del día es más complicado ver casi cualquier animal. Para ver buitres las horas más optimas sin embargo es sobre las 12 o la 1 del mediodía, sobre todo si hace calor, ellos aprovechan las corrientes de aire caliente o «térmicas» para poder lanzarse planeando y que las corrientes le empujen hacía arriba. Así que si quieres verlos volar, las horas centrales son las mejores. Para verlos encaramados en los riscos, es mejor a primera hora de la mañana o al atardecer.
En general en Monfragüe casi todos los turistas se concentran en el Salto del Gitano, la zona del Castillo y en el centro de visitantes de Villarreal de San Carlos. La visita al centro de visitantes yo la recomiendo si nunca hemos ido antes a Monfragüe y para recoger información. Si llevamos niños podemos entrar en la exposición que tienen, ya que les resultará divertido ver las maquetas y reproducciones de animales.
El parque tiene dos entradas, y la mayoría de la gente suele decantarse por la principal, en la carretera EX-208, que viniendo desde la A-66 es la primera salida en la EX-A1. Sin embargo tanto mi hermano y yo recomendamos entrar en otra entrada menor al Parque, que sería la segunda salida pasada Malpartida de Plasencia y que usa la EX-389.
La primera entrada suele llevarte directamente al centro de visitantes y luego si continuas al Salto del Gitano y al Castillo.
La parte que recomendamos es la del Mirador «Portilla del Tietar». De hecho si vamos visitando los diferentes miradores, veremos que es donde más aficionados a la ornitología mirando con sus telescopios y prismáticos puedes encontrar , mientras el Salto del Gitano suele concentrar más turistas, sinónimo de más ruido.
Nuestra ruta típica suele ser llegar sobre las 12 o 1 al Mirador Portilla del Tietar. Estar una hora o dos observando lo que ocurre. Aquí tenéis una foto.
A simple vista se pueden ver númerosos buitres en el risco que hay enfrente. La principal sorpresa de este mirador es que se pueden ver tres especies muy difíciles de ver. La primera y principal, el aguila imperial. Hay un nido en una de las encinas que hay a la derecha del risco. Si te haces amigo de alguno de los numerosos ornitologos que habrá observando, seguramente te podrá decir donde encontrarlo. Y si tienes suerte, incluso te dejará ver por un telescopio. Yo hice un poco de «digiscoping», que para el que no lo sepa, es acoplar una cámara a un telescopio, pero con un poco de pulso, con una cámara digital y un buen telescopio, podemos sacar una foto de uno de las águilas como esta.
Si uno tiene un poco de paciencia, se la puede ver volar, sobre todo al final de la tarde, pero a veces también se deja ver a mediodía, aunque sobre las 12 o 1, lo más posible es que la veamos posada en alguna encina observando a los buitres, a los que no duda en atacar si cree que se acercan demasiado a su nido.
Otra de las atracciones que se pueden ver, es que desde hace un par de años, una pareja de buhos reales están anidando en los riscos. Si va uno en Mayo o Junio, lo más probable es que tengas suerte y veas a los polluelos dar saltitos y moverse por los riscos y escondidos en la sombra durante el día, y en el atardecer, puede que tengas suerte y veas a sus progenitores.
Y la última atracción es una nutria, que desde hace también un par de años suele nadar justo delante del risco y se la suele ver pescando y comiendo. Desafortunadamente no tengo ninguna foto, porque se suele esconder rápido, pero a veces se coloca en alguna piedra a comer, y es un auténtico espectáculo. Es increíble poder ver tan fácilmente este animal cuando en otros sitios tienes que estar haciendo esperas y escondido en un «hide» para poder verla.
Nuestra recomendación es ir luego a comer al mediodía o al merendero de la Tajadilla o si nuestro presupuesto nos los permite, ir a comer a un restaurante próximo que habremos pasado a nuestra derecha en nuestra entrada al parque, poco antes de llegar al Mirador de la Portilla del Tietar y es el Restaurante la Puerta de Monfragüe. Tienen menús de unos 10 euros todos los días menos los domingos y tienen buenas carnes a la brasa. El mejor Restaurante del Parque, aunque es hotel rural, es bastante caro para dormir.
Si decidimos comer en el Restaurante, desde allí mismo a veces podemos ver ciervos pastando. Podemos movernos e ir a descansar a la sombra del merendero de la Tajadilla. Desde allí hay unos riscos enfrente donde se suelen ver buitres y alimoche pero a veces uno tiene insólitos visitantes paseándose y cogiendo comida de los visitantes como cualquier perro en una ciudad.
O poco después vimos una cierva «ramoneando» al lado de la carretera tan ricamente despreocupándose de todos los visitantes que la estaban fotografiando.
Después de pasar las horas de más calor en el merendero, nuestra recomendación sería ir al centro de visitantes, tomarnos un café y visitar la exposición si llevamos niños y pedir algún folleto. Después se puede uno dirigir al Salto del Gitano y ver alguno de los numerosos buitres leonados que hay sobrevolando y posados, como este.
Si nos quedan ganas y fuerzas, se puede subir al Castillo y observar desde la torre todo el paisaje y con un poco de suerte algún que otro buitre sobrevolando.
Para finalizar decir que en general la ornitología es una afición un poco cara, sobre todo si uno no sabe que comprar. Para comenzar a aficionarse y poder ver casi el 80-90% de lo que se ve si ningún problema, no hace falta comprarse un telescopio, que además suelen ser engorrosos de transportar y se pueden usar en lagunas, o sitios como Monfragüe donde suele haber localizados nidos. Un telescopio puede ir desde 600 a 5.000 euros, según su calidad. Salvo que quieras gastarte 5.000 euros en un buen telescopio Svaroski (o unos prismáticos), que es una de las marcas estrella para los aficionados a la ornitología y que suelen tener muy buena óptica, nuestra recomendación «low-cost» es comprarse unos prismáticos que suplirán la mayoría de nuestras necesidades.
Después de haber probado diferentes prismáticos y de hecho son los que utilizamos en nuestras excursiones por su poco peso y una característica poco común en los prismáticos, que es el zoom, que por regla general no suele funcionar bien, pero si funciona en estos prismáticos Olympus N1240582, que permiten cambiar de 8 a 16 aumentos, y aunque al final del día se nota algo la falta de luminosidad, en general no tiene nada que envidiar a ningún telescopio y se ve muy bien cuando se aumenta a 16 aumentos, sin efecto túnel, con mucha nitidez y claridad.
Lo bueno es que su precio es muy competitivo. Suele rondar los 110-120 euros en casi cualquier tienda, teniendo en cuenta que los prismáticos más baratos no suelen bajar de los 70-80 euros y dan muy malas prestaciones, me parece la mejor recomendación no sólo para el que se quiere iniciar, sino para cualquier aficionado.
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